Hospital Centro Vivo
Lugar: Badajoz- España| Arquitecto: José María Sánchez
El edificio, catalogado en el Plan Especial como “Arquitectura Singular con carácter monumental” y nivel de protección B, está incluido en Inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.
El departamento de proyectos de Polimer Tecnic ha diseñado y ejecutado las piezas termoformadas de policarbonato incoloro bajo el requerimiento de instalar una claraboya continua de gran longuitud. Además también ha brindado asesoría acerca de las estructuras de las cuales están sujetas.
Características del policarbonato incoloro termoformado
El policarbonato incoloro termoformado es un material de alta precisión, ampliamente empleado en aplicaciones donde se requieren propiedades ópticas avanzadas y resistencia mecánica superior. Al someterse al proceso de termoformado, el policarbonato se calienta hasta alcanzar un estado de maleabilidad, lo que permite moldearlo en formas complejas sin comprometer sus propiedades estructurales. Este proceso es esencial para aplicaciones en arquitectura, automoción y equipamiento médico, donde los requisitos de transparencia y resistencia son elevados.
Una de las características principales del policarbonato incoloro termoformado es su excepcional claridad óptica, comparable a la del vidrio, con una transmisión de luz que alcanza hasta el 90 %. Esta transparencia permite aplicaciones en cubiertas, fachadas y ventanas de seguridad, donde es necesario maximizar la iluminación natural sin distorsión visual. A diferencia de otros polímeros, el policarbonato mantiene esta claridad incluso en aplicaciones exteriores prolongadas, debido a su resistencia a la radiación UV y su baja tendencia al amarilleamiento.
El proceso de termoformado del policarbonato incoloro permite crear piezas con una alta estabilidad dimensional y un ajuste preciso a los moldes, logrando detalles de diseño y acabado que serían difíciles de obtener con materiales alternativos. Además, este material conserva su alta resistencia al impacto tras el termoformado, lo cual es fundamental en contextos de alta exposición, como barreras de seguridad, protectores industriales y componentes arquitectónicos. La resiliencia del policarbonato permite que soporte variaciones de temperatura y cargas mecánicas sin fracturarse, siendo especialmente útil en aplicaciones que requieren durabilidad en condiciones extremas.
La versatilidad del policarbonato incoloro termoformado se extiende también a sus propiedades físicas, como su bajo peso en comparación con el vidrio y su facilidad de instalación, lo cual reduce las cargas estructurales y optimiza los tiempos de montaje en proyectos arquitectónicos y de infraestructura. Esto, junto a su resistencia química frente a agentes de limpieza y su capacidad de soportar esfuerzos mecánicos intensivos, convierte al policarbonato termoformado en una solución avanzada para entornos que exigen claridad óptica, resistencia y adaptabilidad a diseños complejos.
El uso del policarbonato en lucernarios y claraboyas
El policarbonato incoloro termoformado es un material de elección para la fabricación de lucernarios y claraboyas debido a su combinación de claridad óptica, resistencia estructural y flexibilidad en el diseño. Este material permite aprovechar al máximo la entrada de luz natural en edificios, gracias a su alta transmisión lumínica, que alcanza hasta el 90 %, comparable a la del vidrio. En aplicaciones como lucernarios y claraboyas, donde es fundamental obtener un equilibrio entre la máxima iluminación y la durabilidad en exteriores, el policarbonato termoformado ofrece una solución eficiente y de alto rendimiento.
La resistencia del policarbonato termoformado a los impactos es notablemente superior a la del vidrio, lo cual es crucial en lucernarios y claraboyas que están expuestos a factores climáticos adversos, como granizo, fuertes vientos y cambios bruscos de temperatura. Al ser termoformado, el policarbonato puede adoptar formas curvas y geométricas específicas, adecuándose a diseños arquitectónicos tanto convencionales como innovadores, permitiendo soluciones personalizadas en domos, paneles ondulados o cúpulas. Esta flexibilidad de diseño optimiza el rendimiento estructural y estético de las cubiertas acristaladas, manteniendo al mismo tiempo la integridad y seguridad de la estructura.
El policarbonato termoformado cuenta con tratamientos de protección UV que impiden el amarilleamiento y la degradación por exposición solar, asegurando que los lucernarios y claraboyas conserven su transparencia a lo largo del tiempo sin necesidad de mantenimiento intensivo. Su peso reducido en comparación con el vidrio facilita la instalación y reduce las cargas estructurales, siendo una ventaja importante en construcciones de gran tamaño o en ubicaciones de difícil acceso.
En términos de eficiencia térmica, el policarbonato termoformado puede combinarse con configuraciones alveolares o de cámaras de aire que mejoran el aislamiento, permitiendo a los lucernarios y claraboyas reducir la transferencia de calor y optimizar el consumo energético del edificio. Este balance de propiedades hace que el policarbonato incoloro termoformado sea una solución técnica avanzada para claraboyas y lucernarios, integrando durabilidad, alta transmisión de luz y adaptabilidad al diseño arquitectónico.
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